Entendemos por psicoterapia a la intervención clínica sobre las personas con el objetivo de comprender, aliviar y resolver trastornos psicológicos, ya sean conflictos emocionales, problemas de conducta, preocupaciones personales u otros.

La psicoterapia comprende/busca:

  • La prestación del tratamiento puede ser individual, de pareja, familiar, o en grupo.
  • Toda psicoterapia suele incluir los siguientes procesos terapéuticos comunes:
  • El terapeuta amplía la visión del mundo del consultante, de manera que éstos puedan ver sus problemas desde otra perspectiva.
  • La psicoterapia ayuda a manejar las emociones ligadas a situaciones traumáticas que no fueron resueltas de un modo adaptativo.
  • Promover expectativas y formas de pensar más racionales y positivas.
  • La psicoterapia promueve la práctica de nuevas competencias, o sea nuevas formas de comportarse, sentir y pensar en la persona, para luego trasladarlas y aplicarlas a su vida cotidiana con sus consecuentes beneficios.

Los objetivos del tratamiento (convenidos con el consultante) pueden concretarse en la resolución de un problema específico o en modificar algún aspecto de la personalidad o ciertos comportamientos que estén resultando limitadores para esa persona.

Igualmente, además del interés en la comprensión y el alivio o la solución de un Trastorno dado o de un problema específico, la actuación del psicólogo clínico puede incluir la prevención de problemas mediante la intervención en instituciones, contextos y ambientes concretos, así como la intervención centrada en personas en situación de riesgo.

Las metas específicas en la psicoterapia dependen de los problemas y requerimientos específicos de quien consulta, pero sin embargo, existen algunas metas que son relevantes en casi todas las relaciones psicoterapéuticas:

  • Ayudar a las personas a superar la desmoralización y a ganar esperanza.
  • Potenciar la sensación de control de la persona.
  • Animarlos a enfrentarse a sus temores en lugar de evitarlos.
  • Ayudarles a ser más conscientes de sus concepciones erróneas.
  • Enseñarles a aceptar las realidades de la vida, sobre todo las inmodificables, de forma más adaptativa.

Es importante fijarse metas porque proporcionan una dirección a la terapia, facilitan la supervisión de los progresos de la persona, y de este modo permiten evaluar la eficacia de la terapia. Además, establecer metas específicas contribuye a aumentar la motivación del paciente hacia el tratamiento.

Lic. Mariano S. Gómez 

Psicólogo

M.N.: 29.628